¿Sabías que Ter Stegen no vuelve a usar sus guantes si alguien más se los pone? Esta extraña costumbre, poco conocida fuera del mundo arquero, nos abre una ventana a las manías y rituales que muchos porteros tienen. En este blog te cuento por qué sucede, qué se dice sobre su origen y qué representa esto para nosotros los que vivimos el fútbol desde el arco.

El Ritual del Alemán
Marc-André ter Stegen, actual portero del FC Barcelona y de la selección alemana, tiene una costumbre muy particular: si alguien toca sus guantes o se los prueba, él ya no los vuelve a usar. Así de simple. Y aunque suene exagerado, no es el único portero con este tipo de «manías».
Esta historia no es tan conocida, pero se puede encontrar en algunas entrevistas y artículos. Se dice incluso que el origen viene desde sus días en las inferiores del Borussia Mönchengladbach. Según una fuente no verificada, un compañero se puso sus guantes, se burló un poco de él… y en ese partido recibieron una goleada tremenda. Desde ahí, Ter Stegen nunca más permitió que nadie volviera a usarlos.
Él mismo ha dicho que no sabe bien por qué lo hace, que simplemente no puede volver a ponérselos si alguien más los ha tocado. No es que esté molesto, es más bien algo mental. Y si llevas tiempo en el arco, esto probablemente te suene más común de lo que parece.

No es el único
Los porteros somos distintos. No solo jugamos con las manos, también con la cabeza. Tenemos rituales, supersticiones y formas propias de prepararnos. Courtois, por ejemplo, toca siempre sus postes antes de cada tiempo. Buffon hablaba solo antes de salir a la cancha. Y muchos, sin decirlo, tienen guantes “de la suerte” que no cambian por nada… hasta que dejan de serlo.
¿Por qué los guantes son tan importantes? Porque no son solo un implemento: son una herramienta, un símbolo y un espacio seguro. Te los amarras bien y sentís que estás listo. Si alguien se los pone, aunque sea en broma, rompe ese ritual. Y para algunos, como Ter Stegen, eso es suficiente para que dejen de servir.

Conclusión
Las manías de los arqueros no siempre tienen explicación lógica, pero todas tienen una raíz emocional. Lo de Ter Stegen con sus guantes puede parecer extremo, pero si eso lo ayuda a rendir al máximo, ¿por qué cambiarlo?
Al final, cada arquero tiene su forma de prepararse. Algunos con cábalas, otros con rutina. Lo importante es lo que cada uno necesita para estar listo, mental y físicamente. Y si eso significa guardar los guantes apenas alguien los toca… bueno, lo respetamos.
¿Conocías esta historia? ¿Te ha pasado algo parecido?